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Cronología de "El Señor de los Anillos": análisis y explicación

47 min lectura
Image of: Edmundo Pérez Edmundo Pérez

Tabla de Contenidos

La historia de la Guerra del Anillo tiene sus raíces en la captura de Gollum, una figura crucial en la narrativa de Tolkien. Este evento ocurre en el año 3017 de la Tercera Edad, cuando los sirvientes de Sauron finalmente logran capturar a Gollum, un ser corrompido por el poder del Anillo Único durante siglos. Gollum es llevado a Barad-dûr, donde es torturado y obligado a confesar lo que sabe sobre el paradero del Anillo. Bajo esta presión inhumana, revela dos palabras clave: “Bolsón” y “La Comarca”. Estas pistas guiarán los movimientos de Sauron y sus siervos en la búsqueda del Anillo.

En las Cartas de Tolkien, este evento es descrito indirectamente como parte de la compleja red de intrigas que Sauron teje para recuperar su tesoro perdido. La Carta 153 enfatiza cómo el poder del Anillo no solo corrompe al portador, sino que también actúa como un imán para aquellos que buscan aprovecharse de su influencia. Tolkien señala que Gollum, aunque es una criatura despreciable, cumple un papel indispensable en la historia, destacando el tema de la redención incluso en los personajes más oscuros.

La captura de Gollum no solo acelera los eventos que conducirán a la formación de la Comunidad del Anillo, sino que también sirve como un recordatorio de que Sauron está actuando con un propósito renovado y una urgencia que no se había visto desde su derrota al final de la Segunda Edad. El viaje de Gollum a Mordor, donde enfrenta la tortura y finalmente escapa, es una representación de la conexión inquebrantable entre el Anillo y su antiguo portador.

Tolkien, en sus reflexiones sobre este punto de la historia, describe cómo Gollum está atrapado entre su obsesión por el Anillo y el deseo de liberarse de su control. En el Camino a la Tierra Media de Shippey, se analiza cómo la dualidad de Gollum refleja el conflicto interno que enfrentan muchos personajes de la saga, particularmente Frodo. La captura y posterior escape de Gollum establecen su papel como guía y antagonista, una pieza clave en la compleja maquinaria narrativa de Tolkien.

Cronología de “El Señor de los Anillos”

3017 T.E.

Captura de Gollum: Gollum es capturado por los sirvientes de Sauron y llevado a Barad-dûr, donde confiesa los nombres “Bolsón” y “La Comarca”.

3018 T.E.

Gollum escapa de Barad-dûr y es perseguido por Aragorn y los elfos de Thranduil.

20 de junio: Sauron envía a los Nazgûl a buscar el Anillo Único.

10 de julio: Gandalf llega a Isengard y descubre la traición de Saruman, quien busca obtener el Anillo para sí mismo. Gandalf es encarcelado en la torre de Orthanc.

18 de septiembre: Frodo celebra su 50.º cumpleaños en Bolsón Cerrado.

23 de septiembre: Frodo abandona Bolsón Cerrado, acompañado por Sam, con el plan de llevar el Anillo a Rivendel.

25 de septiembre: Encuentro con Gildor Inglorion, quien ofrece refugio y consejos a Frodo, Sam y Pippin.

28 de septiembre: Los hobbits llegan a la Cima de los Vientos. Allí, Frodo es herido por el Rey Brujo con una daga de Morgul.

20 de octubre: Glorfindel encuentra a Frodo y lo escolta hacia Rivendel.

25 de octubre: El Consejo de Elrond se celebra en Rivendel; se decide destruir el Anillo en el Monte del Destino, y se forma la Comunidad del Anillo.

25 de diciembre: La Comunidad parte de Rivendel hacia Mordor.

3019 T.E.

13 de enero: La Comunidad intenta cruzar el Paso de Caradhras, pero fracasa debido a una tormenta mágica.

15 de enero: La Comunidad ingresa a Moria y Gandalf se enfrenta al Balrog en el Puente de Khazad-dûm. Gandalf cae al abismo, permitiendo que los demás escapen.

17 de enero: La Comunidad llega a Lothlórien, donde son recibidos por Galadriel y Celeborn.

26 de febrero: Boromir intenta tomar el Anillo de Frodo. La Comunidad se disuelve: Frodo y Sam parten hacia Mordor, y Merry y Pippin son capturados por los Uruk-hai. Aragorn, Legolas y Gimli comienzan su persecución de los Uruk-hai.

29 de febrero: Éomer derrota a los Uruk-hai en el bosque de Fangorn, liberando a Merry y Pippin, quienes encuentran a Bárbol y los ents.

1 de marzo: Aragorn, Legolas y Gimli entran en Fangorn y se encuentran con Gandalf, ahora el Blanco, quien ha regresado después de derrotar al Balrog.

2 de marzo: Gandalf y sus compañeros viajan a Edoras, donde liberan a Théoden de la influencia de Saruman.

5 de marzo: Saruman envía sus fuerzas contra Rohan. Comienza la Batalla del Abismo de Helm.

6 de marzo: Los ents atacan Isengard y destruyen las fuerzas de Saruman.

7 de marzo: Frodo y Sam ingresan a Mordor con la ayuda de Gollum, quien los guía hacia Cirith Ungol.

15 de marzo: Batalla de los Campos del Pelennor: Théoden muere; Éowyn y Merry derrotan al Rey Brujo. Aragorn llega con refuerzos desde el sur.

18 de marzo: Frodo es capturado por los orcos en Cirith Ungol, y Sam lo rescata.

25 de marzo: Frodo llega al Monte del Destino. Gollum muerde el dedo de Frodo y toma el Anillo, pero cae al fuego, destruyendo el Anillo Único y provocando la caída de Sauron.

Posterior a la guerra

1 de mayo de 3019: Aragorn es coronado Rey de Gondor y Arnor.

19 de julio de 3019: Aragorn y Arwen se casan en Minas Tirith.

6 de noviembre de 3019: Frodo y Sam regresan a la Comarca, donde encuentran que Saruman y Gríma han tomado el control.

3 de noviembre de 3019: La Batalla de Delagua pone fin al dominio de Saruman en la Comarca. Saruman es asesinado por Gríma, quien a su vez es abatido por los hobbits.

3021 T.E.: El 29 de septiembre, Frodo, Bilbo, Gandalf, Galadriel y Elrond parten hacia las Tierras Imperecederas desde los Puertos Grises, marcando el final de la Tercera Edad.

Este resumen cronológico cubre los eventos más destacados y todos los menores documentados, siguiendo el orden detallado en los textos de Tolkien y en sus cartas.

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La captura de Gollum (3017 T.E.)

La historia de la Guerra del Anillo tiene sus raíces en la captura de Gollum, una figura crucial en la narrativa de Tolkien. Este evento ocurre en el año 3017 de la Tercera Edad, cuando los sirvientes de Sauron finalmente logran capturar a Gollum, un ser corrompido por el poder del Anillo Único durante siglos. Gollum es llevado a Barad-dûr, donde es torturado y obligado a confesar lo que sabe sobre el paradero del Anillo. Bajo esta presión inhumana, revela dos palabras clave: “Bolsón” y “La Comarca”. Estas pistas guiarán los movimientos de Sauron y sus siervos en la búsqueda del Anillo.

En las Cartas de Tolkien, este evento es descrito indirectamente como parte de la compleja red de intrigas que Sauron teje para recuperar su tesoro perdido. La Carta 153 enfatiza cómo el poder del Anillo no solo corrompe al portador, sino que también actúa como un imán para aquellos que buscan aprovecharse de su influencia. Tolkien señala que Gollum, aunque es una criatura despreciable, cumple un papel indispensable en la historia, destacando el tema de la redención incluso en los personajes más oscuros.

La captura de Gollum no solo acelera los eventos que conducirán a la formación de la Comunidad del Anillo, sino que también sirve como un recordatorio de que Sauron está actuando con un propósito renovado y una urgencia que no se había visto desde su derrota al final de la Segunda Edad. El viaje de Gollum a Mordor, donde enfrenta la tortura y finalmente escapa, es una representación de la conexión inquebrantable entre el Anillo y su antiguo portador.

Tolkien, en sus reflexiones sobre este punto de la historia, describe cómo Gollum está atrapado entre su obsesión por el Anillo y el deseo de liberarse de su control. En el Camino a la Tierra Media de Shippey, se analiza cómo la dualidad de Gollum refleja el conflicto interno que enfrentan muchos personajes de la saga, particularmente Frodo. La captura y posterior escape de Gollum establecen su papel como guía y antagonista, una pieza clave en la compleja maquinaria narrativa de Tolkien.

El envío de los Nazgûl (20 de junio de 3018 T.E.)

Nazguls
Los Nazgûl, por Anato Finnstark

El 20 de junio de 3018, Sauron despliega a los Nazgûl, los Espectros del Anillo, en una misión desesperada para encontrar el Anillo Único. Estos antiguos reyes de los hombres, ahora esclavizados por la voluntad del Señor Oscuro, son las herramientas perfectas para llevar a cabo esta tarea debido a su conexión espiritual con el Anillo. A diferencia de otros sirvientes de Sauron, los Nazgûl no necesitan descansar ni comer, lo que les permite perseguir su objetivo con implacable eficiencia.

Tolkien describe a los Nazgûl en sus cartas y obras como encarnaciones del miedo. En la Carta 131, menciona que los Espectros del Anillo no son meramente “villanos”, sino una representación del poder absoluto y corruptor del Anillo. Su presencia aterroriza no solo a los personajes de la historia, sino también a los lectores, que sienten la amenaza constante que representan.

En su análisis, Shippey señala que los Nazgûl simbolizan la deshumanización y la pérdida de la identidad. Como antiguos hombres corrompidos por el poder, su existencia es un recordatorio del destino que aguarda a aquellos que sucumben a la ambición desmedida. En este momento de la narrativa, su misión de encontrar el Anillo los lleva al norte, siguiendo las pistas proporcionadas por Gollum.

El envío de los Nazgûl es un evento clave, ya que establece la amenaza inmediata que Frodo y la Comarca enfrentarán en los próximos meses. Además, marca el inicio de la acción directa de Sauron en la historia después de siglos de operar desde las sombras. En el Atlas de la Tierra Media de Fonstad, se detallan las rutas que los Nazgûl toman en su búsqueda, destacando su paso por lugares como Dol Guldur y las Tierras Salvajes antes de dirigirse a la Comarca.

Este evento no solo refuerza el peligro constante que representa Sauron, sino que también introduce uno de los elementos más aterradores de la mitología de Tolkien: el poder del miedo como arma. La llegada de los Nazgûl al norte prepara el escenario para los encuentros posteriores con Frodo y los hobbits, cimentando su lugar como los emisarios más efectivos de Sauron.

Frodo abandona Bolsón Cerrado (23 de septiembre de 3018 T.E.)

El 23 de septiembre de 3018, Frodo Bolsón deja atrás su hogar en Bolsón Cerrado, marcando el inicio oficial de su viaje para llevar el Anillo a un lugar seguro. Este momento es cargado de simbolismo, ya que no solo representa el fin de su vida tranquila en la Comarca, sino también el primer paso hacia un destino incierto y lleno de peligros.

Tolkien, en sus cartas, refleja la importancia de este evento en términos narrativos y emocionales. En la Carta 144, describe cómo el viaje de Frodo está profundamente vinculado con el tema del sacrificio personal. Frodo no busca la gloria ni el poder; su motivación es proteger lo que ama, incluso si eso significa arriesgar su vida.

El abandono de Bolsón Cerrado también es significativo porque Frodo lo hace acompañado por Sam Gamyi y, más tarde, por Merry y Pippin. Estos hobbits, que inicialmente parecen inexpertos y fuera de lugar en una aventura de esta magnitud, se convierten en piezas fundamentales para el éxito de la misión. Tolkien utiliza este momento para subrayar el valor de la amistad y la lealtad frente a las adversidades.

Según el Atlas de la Tierra Media, este tramo inicial del viaje lleva a los hobbits a través de los campos y bosques de la Comarca, perseguidos por los Nazgûl. Este peligro constante establece un contraste entre la tranquilidad de la Comarca y el mundo oscuro que se avecina. En el Camino a la Tierra Media, Shippey analiza cómo el acto de abandonar un lugar seguro para enfrentarse a lo desconocido es un tema recurrente en la obra de Tolkien, simbolizando la lucha entre la comodidad y el deber.

El significado de este evento radica no solo en lo que representa para Frodo, sino también en lo que significa para los lectores. Es el punto de partida de una historia épica que cambiará no solo la vida de los personajes, sino también el destino de la Tierra Media. En palabras de Tolkien, es el momento en que “el viaje de un simple hobbit se convierte en el viaje de todos”.

Encuentro con Gildor (25 de septiembre de 3018 T.E.)

Dos días después de abandonar Bolsón Cerrado, Frodo y sus compañeros tienen un encuentro crucial con Gildor Inglorion y un grupo de elfos noldorin. Este evento ocurre mientras los hobbits intentan escapar de un Nazgûl que los persigue a través de la Comarca. La aparición de Gildor no solo los salva de un peligro inmediato, sino que también introduce a los hobbits a una perspectiva más amplia de la lucha contra Sauron.

Gildor, un personaje menor en el Señor de los Anillos, ofrece refugio y consejo a los hobbits. Su advertencia a Frodo de que “los sabios no siempre son sabios para sí mismos” subraya la complejidad de la lucha que enfrentan. Este encuentro también refuerza el tema de las alianzas inesperadas y la importancia de los elfos en la lucha contra el mal.

Tolkien menciona en la Carta 131 que los elfos, aunque distantes y en proceso de abandonar la Tierra Media, todavía juegan un papel crucial en los eventos de la Tercera Edad. La ayuda de Gildor simboliza la conexión entre los hobbits y las fuerzas mayores que luchan contra Sauron, estableciendo un vínculo que será vital en el futuro.

El Atlas de la Tierra Media describe la ruta de los hobbits hasta este encuentro y cómo los elfos los guían hacia una mayor seguridad. Shippey señala que este momento es una muestra del contraste entre la inocencia de los hobbits y la sabiduría antigua de los elfos, un tema recurrente en la obra de Tolkien.

Este evento también marca un punto de inflexión en el viaje de Frodo, ya que le revela que su misión tiene implicaciones mucho más grandes de lo que él había imaginado. En última instancia, el encuentro con Gildor refuerza la idea de que incluso los actos más pequeños, como ayudar a un grupo de hobbits, pueden tener un impacto significativo en la lucha contra el mal.

El Concilio de Elrond (25 de octubre de 3018 T.E.)

Concilio de Elrond, por Mysilvergreen

Uno de los momentos más trascendentales en la Guerra del Anillo ocurre el 25 de octubre de 3018, cuando Elrond convoca un consejo en Rivendel para decidir el destino del Anillo Único. Este evento reúne a representantes de casi todas las razas libres de la Tierra Media: elfos, enanos, hombres y hobbits, así como Gandalf, el mago. Es durante esta reunión que se revela plenamente la historia del Anillo y su peligro, y se establece el curso de acción: destruirlo en los fuegos del Monte del Destino en Mordor.

Tolkien describió este consejo en detalle para reflejar las complejidades de la cooperación entre diversas culturas y perspectivas. En la Carta 131, explicó que el consejo simbolizaba la lucha por un consenso entre aliados que enfrentan un enemigo común, un desafío que frecuentemente surge en situaciones de crisis. Los desacuerdos iniciales entre Boromir, Gimli y Legolas, por ejemplo, muestran las tensiones latentes entre los pueblos de la Tierra Media. Sin embargo, Frodo se ofrece voluntario para llevar el Anillo, marcando un momento de humildad y sacrificio personal.

La elección de Frodo como el portador del Anillo refleja la insistencia de Tolkien en el poder de los “pequeños” para cambiar el curso de la historia. En la Carta 246, Tolkien escribió que Frodo era un ejemplo de cómo la valentía y la determinación pueden surgir incluso en los personajes menos esperados. Este momento también revela aspectos de la naturaleza del Anillo: un objeto que no puede ser simplemente ignorado o escondido, sino que debe ser destruido, sin importar el costo.

En el análisis de Shippey, el Consejo de Elrond destaca cómo Tolkien utiliza la narrativa para explorar temas como el libre albedrío y la predestinación. Cada miembro del consejo tiene un papel que jugar, y la decisión final de destruir el Anillo es tanto un acto de voluntad colectiva como un reconocimiento de la inevitabilidad de enfrentar a Sauron directamente. El Consejo también sirve como un microcosmos de la lucha más grande que se avecina, donde las diferencias deben ser superadas para enfrentar un mal que amenaza con destruir todo lo que es bueno.

Parte la Comunidad del Anillo (25 de diciembre de 3018 T.E.)

La Comunidad del Anillo, por Donato Giancola

Tras las deliberaciones en Rivendel, la Comunidad del Anillo se forma para acompañar a Frodo en su misión de destruir el Anillo Único. Compuesta por nueve miembros: Frodo, Sam, Merry, Pippin, Aragorn, Legolas, Gimli, Boromir y Gandalf, la Comunidad parte de Rivendel el 25 de diciembre de 3018. La elección de esta fecha no es casual; Tolkien, un católico devoto, utiliza esta referencia simbólica para conectar el sacrificio de Frodo con la redención y la esperanza representadas por la Navidad.

El viaje de la Comunidad comienza con un sentido de propósito y unidad, pero pronto se enfrenta a desafíos significativos. En los primeros días, intentan cruzar el paso de Caradhras, pero una tormenta, presumiblemente influenciada por la magia de Sauron o Saruman, los obliga a retroceder. Tolkien escribió en la Carta 156 que esta escena subraya la hostilidad del mundo natural bajo la influencia del mal, y cómo incluso los planes más cuidadosamente trazados pueden ser frustrados por fuerzas externas.

El simbolismo de la Comunidad del Anillo es profundo. Cada miembro representa diferentes virtudes y fortalezas: la valentía de los hobbits, la nobleza de Aragorn, la sabiduría de Gandalf, la lealtad de Sam, entre otros. Tolkien menciona en sus cartas que la diversidad de la Comunidad es una alegoría de la necesidad de unidad frente a las amenazas existenciales. Sin embargo, esta unidad es frágil, como se verá en los eventos posteriores.

El análisis de Shippey en El camino a la Tierra Media destaca cómo Tolkien utiliza el viaje de la Comunidad para explorar temas de sacrificio, lealtad y la lucha contra la desesperación. La partida de Rivendel marca el comienzo de un viaje que no solo es físico, sino también espiritual, ya que cada miembro debe confrontar sus propios miedos y tentaciones a lo largo del camino.

El sacrificio de Gandalf en Moria (15 de enero de 3019 T.E.)

Gandalf pelea con el Balrog, por Mat Monro

El viaje de la Comunidad los lleva inevitablemente a las profundidades de Moria, un antiguo reino enano ahora en ruinas y ocupado por orcos y otras criaturas malignas. El 15 de enero de 3019, mientras cruzan el puente de Khazad-dûm, la Comunidad se enfrenta al Balrog, una criatura demoníaca de gran poder. Gandalf, al darse cuenta de que el Balrog representa una amenaza insuperable para sus compañeros, se sacrifica enfrentándolo para permitir que los demás escapen.

Tolkien escribió extensamente sobre este evento en la Carta 156, describiendo a Gandalf como un “símbolo de sacrificio necesario”. Gandalf, aunque es un ser de gran poder, entiende que su muerte es esencial para el éxito de la misión, un acto que refleja los temas cristianos de sacrificio y redención que impregnan la obra de Tolkien.

El sacrificio de Gandalf tiene un impacto profundo en los miembros de la Comunidad. Frodo, en particular, siente el peso de la responsabilidad que ahora recae sobre él como líder implícito del grupo. Esta pérdida también marca un punto de inflexión en la narrativa, donde la Comunidad pasa de ser un grupo unido bajo la guía de Gandalf a un grupo fragmentado y en constante peligro.

Shippey argumenta que el enfrentamiento entre Gandalf y el Balrog es un ejemplo del uso de Tolkien del mito y la leyenda para explorar temas universales. El Balrog, una manifestación del mal primordial, representa los desafíos insuperables que deben ser enfrentados con valentía, incluso cuando las probabilidades de éxito parecen mínimas.

El sacrificio de Gandalf no es el final de su historia, pero en este momento, su pérdida subraya el costo de la lucha contra Sauron. Es un recordatorio de que la victoria no se puede lograr sin sacrificios personales, un tema central en la narrativa de Tolkien.

La disolución de la Comunidad del Anillo (26 de febrero de 3019 t.e.)

La disolución de la Comunidad del Anillo, que ocurre en Amon Hen el 26 de febrero de 3019, marca un punto de inflexión en la Guerra del Anillo. Después de semanas de viaje, la tensión dentro del grupo llega a un clímax cuando Boromir, el heredero de Gondor, sucumbe a la tentación del Anillo y trata de arrebatárselo a Frodo. Este intento fallido, aunque trágico, tiene consecuencias importantes: obliga a Frodo a tomar la difícil decisión de continuar su misión solo. Sin embargo, Sam, con su lealtad inquebrantable, insiste en acompañarlo, creando el equipo que llevará el Anillo hasta el Monte del Destino.

Boromir, tras darse cuenta de su error, busca redimirse defendiendo a Merry y Pippin de los Uruk-hai que atacan a la Comunidad. Lucha con valentía, pero es mortalmente herido por varias flechas. Su sacrificio no solo salva a los hobbits, sino que también lo redime a los ojos de sus compañeros. Aragorn, al llegar demasiado tarde para salvarlo, le promete cumplir su última petición: proteger a Minas Tirith y a su pueblo.

Tolkien reflexiona sobre Boromir en la Carta 246, describiéndolo como un personaje trágico que representa las luchas internas de los hombres ante la corrupción del poder. Aunque sucumbe temporalmente a la tentación, su redención final subraya la capacidad humana de superar sus propias fallas. Boromir, según Tolkien, simboliza tanto la fragilidad como la grandeza inherente a la naturaleza humana.

La separación del grupo no solo afecta emocionalmente a los personajes, sino que también altera la dinámica de la narrativa. Frodo y Sam parten hacia Mordor, mientras que Aragorn, Legolas y Gimli inician la persecución de los Uruk-hai que han capturado a Merry y Pippin. Este evento fragmenta la historia en múltiples líneas narrativas, cada una con su propio enfoque y desafíos, pero todas encaminadas hacia un objetivo común: derrotar a Sauron.

El análisis de Shippey en El camino a la Tierra Media destaca cómo la disolución de la Comunidad refleja la fragilidad de las alianzas ante las presiones externas e internas. Sin embargo, también muestra cómo el sacrificio y la lealtad pueden sostener la esperanza en los momentos más oscuros. Este evento establece el tono para el resto de la historia, donde cada personaje debe enfrentar sus propios desafíos en una lucha tanto interna como externa.

La disolución de la Comunidad del Anillo no es solo un momento de separación física, sino también un recordatorio de los sacrificios necesarios para lograr un objetivo mayor. A pesar de la pérdida y las dificultades, la misión continúa, impulsada por la determinación y el sacrificio de aquellos que creen en un futuro mejor.

La captura de Merry y Pippin y el sacrificio de Boromir (26 de febrero de 3019 t.e.)

Boromir, por Anato Finnstark

Tras el intento de Boromir de arrebatarle el Anillo a Frodo en Amon Hen, los Uruk-hai enviados por Saruman atacan a la Comunidad. Durante esta emboscada, Merry y Pippin son capturados, mientras Frodo y Sam huyen hacia el este. Boromir, redimido por su valentía, intenta proteger a los dos hobbits, pero es mortalmente herido por los orcos. Antes de morir, confiesa su error a Aragorn y le pide que proteja a Gondor.


La muerte de Boromir, ocurrida durante el ataque de los Uruk-hai en Amon Hen, es uno de los momentos más significativos de la narrativa, tanto por su impacto emocional como por su simbolismo. Tras intentar arrebatarle el Anillo a Frodo en un momento de debilidad, Boromir se redime al sacrificar su vida para proteger a Merry y Pippin de los Uruk-hai enviados por Saruman.

Durante el ataque, Boromir demuestra una valentía excepcional, enfrentándose a una abrumadora cantidad de orcos para impedir que capturen a los hobbits. Armado con su espada y su cuerno de guerra, lucha ferozmente hasta que finalmente es abatido por múltiples flechas enemigas. Su resistencia hasta el último aliento refleja no solo su fuerza física, sino también su determinación de enmendar sus errores.

Aragorn encuentra a Boromir agonizante, y este, con sus últimas palabras, confiesa su intento de tomar el Anillo, pero también expresa su arrepentimiento. Suplica a Aragorn que proteja a Minas Tirith, su ciudad, y que defienda a su pueblo de la amenaza de Sauron.

Boromir muere con honor, redimido por sus acciones y dejando un profundo impacto en Aragorn, quien se compromete a cumplir su última voluntad.

En la Carta 246, Tolkien describe a Boromir como una figura trágica que encarna la lucha interna entre la ambición y el deber. Aunque sucumbe momentáneamente a la tentación del Anillo, su sacrificio final lo redime y muestra que incluso aquellos que caen pueden encontrar redención a través del valor y el sacrificio.

El análisis de Shippey en El camino a la Tierra Media destaca que la muerte de Boromir simboliza la capacidad humana de superar sus defectos. Boromir, aunque no está exento de fallas, representa la complejidad moral de los personajes de Tolkien, quienes no son completamente buenos ni completamente malos, sino que reflejan la lucha constante entre sus instintos más oscuros y sus aspiraciones más nobles.

Este evento marca la separación física de la Comunidad del Anillo y el establecimiento de tres tramas principales: la búsqueda de Frodo y Sam de destruir el Anillo, la persecución de Aragorn, Legolas y Gimli para rescatar a Merry y Pippin, y la marcha de Merry y Pippin hacia el bosque de Fangorn como prisioneros de los Uruk-hai.

La marcha de los uruk-hai y el encuentro con Éomer (29 de febrero de 3019 t.e.)

Tras la captura de Merry y Pippin, los Uruk-hai de Saruman inician una frenética marcha hacia Isengard, llevando a los hobbits como prisioneros. Este evento no solo destaca la creciente amenaza de Saruman, sino que también introduce a Éomer y los jinetes de Rohan como figuras clave en la resistencia contra las fuerzas del mal.

Éomer, sobrino del rey Théoden, ha sido apartado del poder en Rohan debido a la influencia corruptora de Saruman sobre su tío, ejercida a través de Gríma Lengua de Serpiente. Sin embargo, Éomer sigue liderando a un grupo de jinetes leales que patrullan las tierras de Rohan, desobedeciendo las órdenes directas de Edoras. Este acto de rebelión muestra su integridad y su compromiso con la protección de su pueblo.

Cuando Éomer y sus jinetes interceptan a los Uruk-hai en el bosque de Fangorn, se produce una feroz batalla. Los rohirrim, montados en sus veloces caballos y con una destreza incomparable en el combate, logran derrotar a las fuerzas de Saruman, a pesar de su superioridad numérica. Este enfrentamiento muestra la valentía y la estrategia militar de los rohirrim, pero también subraya la vulnerabilidad de Rohan ante los ejércitos enemigos que amenazan sus fronteras.

Tolkien describe a Éomer como un líder íntegro y valiente, un reflejo de los ideales de nobleza y lealtad que caracterizan a los rohirrim. En la Carta 183, Tolkien menciona que Rohan se inspira en la cultura anglosajona, y Éomer, en particular, representa la figura del héroe épico que lucha por su tierra y su pueblo.

La intervención de Éomer no solo permite la liberación de Rohan de la influencia de Saruman, sino que también establece su importancia como aliado clave en la lucha contra Sauron. Además, su encuentro posterior con Aragorn, Legolas y Gimli refuerza la alianza entre los pueblos libres, marcando un punto de unión en la narrativa.

Este evento también pone en movimiento una serie de acontecimientos cruciales. Merry y Pippin, aprovechando la confusión de la batalla, logran escapar y adentrarse en el bosque de Fangorn, donde encontrarán a Bárbol. Mientras tanto, la victoria de Éomer reafirma el espíritu combativo de los rohirrim y demuestra que, incluso en los momentos más oscuros, la resistencia es posible.

El encuentro de Merry y Pippin con Bárbol (1 de marzo de 3019 t.e.)

Obra de Puk – Puk

El 1 de marzo de 3019, Merry y Pippin, tras escapar de los Uruk-hai durante la batalla liderada por Éomer, se adentran en el misterioso bosque de Fangorn. Allí tienen un encuentro transformador con Bárbol, el pastor de los árboles, un ent milenario que ha vivido desde la Primera Edad de la Tierra Media. Este evento no solo profundiza la narrativa de los hobbits, sino que también introduce a los ents como un elemento crucial en la lucha contra Saruman.

Bárbol, cuyo verdadero nombre en lengua éntica es Fangorn, representa la resistencia de la naturaleza frente a la destrucción provocada por la ambición de los hombres y los poderes oscuros. Al principio, Bárbol desconfía de Merry y Pippin, pero tras escuchar sus historias y comprender la amenaza de Saruman, decide convocar un consejo de ents para decidir si participarán en la guerra. Este evento, conocido como la Entada, refleja la deliberación cuidadosa y la lentitud inherente a los ents, quienes, aunque son poderosos, no actúan con prisa.

Tolkien describe a Bárbol como una figura imponente y sabia, una conexión directa con la naturaleza antigua de la Tierra Media. En la Carta 131, menciona que los ents simbolizan la lucha de la naturaleza contra las fuerzas que buscan explotarla. Bárbol es un eco del propio amor de Tolkien por los árboles y los bosques, un tema recurrente en su obra que aquí se manifiesta como resistencia activa. El personaje de Bárbol, con su lenguaje pausado y su perspectiva milenaria, ofrece un contraste profundo con la velocidad y la urgencia de los eventos que rodean la Guerra del Anillo.

Durante su tiempo con Bárbol, Merry y Pippin pasan de ser observadores a convertirse en catalizadores del cambio. Sus relatos sobre las acciones de Saruman, incluyendo la destrucción del bosque y la corrupción de Isengard, son lo que motiva a Bárbol y a los otros ents a actuar. En el Atlas de la Tierra Media, Fonstad describe cómo la geografía de Fangorn y su conexión con Isengard hacen que la decisión de los ents sea crítica para el curso de la guerra.

El encuentro con Bárbol no solo ofrece un respiro narrativo después de la intensidad de la captura de Merry y Pippin, sino que también introduce un nuevo frente en la lucha contra Saruman. Los ents, liderados por Bárbol, marcharán hacia Isengard, donde jugarán un papel decisivo en el destino de Saruman y su fortaleza. Este evento subraya el poder que la naturaleza puede tener cuando es movilizada, convirtiéndose en un recordatorio de que incluso las fuerzas aparentemente pasivas pueden cambiar el curso de la historia.

Gandalf El Blanco se presenta (1 de marzo de 3019 t.e.)

Llegada de Gandalf el Blanco, por Lukasz Mildner

El renacimiento de Gandalf como Gandalf el Blanco es uno de los eventos más significativos de la Guerra del Anillo, tanto por su impacto narrativo como por su profundo simbolismo. Tras su sacrificio en Moria, donde cayó enfrentándose al Balrog en el puente de Khazad-dûm, Gandalf es “enviado de vuelta” a la Tierra Media con un nuevo propósito y mayor poder. Este renacimiento lo convierte en una figura aún más central en la lucha contra Sauron y Saruman.

Gandalf es encontrado por Aragorn, Legolas y Gimli en el bosque de Fangorn, mientras los tres buscan a Merry y Pippin. Al principio, los tres lo confunden con Saruman debido a su manto blanco, pero pronto se dan cuenta de su verdadera identidad. Gandalf explica brevemente su caída y lucha con el Balrog, a quien derrotó finalmente en la cima de Zirakzigil, pero no antes de haber perdido su vida mortal. Sin embargo, su sacrificio fue recompensado con un renacimiento, permitiéndole continuar su misión con una autoridad renovada.

Tolkien, en la Carta 156, describe a Gandalf como un agente divino en la Tierra Media, un enviado de los Valar cuya misión es guiar a los pueblos libres contra Sauron. Su renacimiento como Gandalf el Blanco no solo representa un ascenso en poder, sino también un fortalecimiento de su papel como guía y protector. Este evento refleja uno de los temas centrales de Tolkien: la gracia divina, que actúa de manera inesperada y en los momentos de mayor necesidad.

El análisis de Shippey en El camino a la Tierra Media enfatiza que Gandalf es una figura mesiánica, cuyo sacrificio y renacimiento simbolizan esperanza y redención. Su regreso no solo revitaliza la moral de sus aliados, sino que también asegura que la misión para destruir el Anillo continúe bajo una dirección sabia y firme.

Este evento, que ocurre en un momento de desánimo y confusión para Aragorn y sus compañeros, marca un cambio de rumbo en la narrativa. Gandalf, ahora el Blanco, está preparado para asumir un papel más activo y estratégico en la guerra, comenzando con la liberación de Théoden en Rohan y la movilización de las fuerzas contra Saruman.

La última marcha de los Ents (2 de marzo de 3019 t.e.)

Ents, por apelure

La Entada, el consejo de los ents convocado por Bárbol el 2 de marzo de 3019, es un evento crucial en la narrativa de la Guerra del Anillo. Este encuentro, celebrado en lo profundo del bosque de Fangorn, reúne a los ents para decidir si participarán en la guerra contra Saruman. Aunque los ents son una raza antigua y pacífica, dedicada al cuidado de los árboles y al equilibrio natural, la destrucción causada por Saruman en Fangorn y las Tierras Salvajes los impulsa finalmente a actuar.

El consejo, como todo lo que involucra a los ents, es deliberado y meticuloso. Bárbol y los otros ents discuten largamente las acciones de Saruman, desde su alianza con Sauron hasta su tala masiva de los bosques para alimentar sus forjas en Isengard. Los relatos de Merry y Pippin sobre los horrores que han presenciado también juegan un papel clave en convencer a los ents de tomar medidas. La decisión final, tras horas de deliberación, es marchar hacia Isengard en un acto de resistencia colectiva.

La marcha de los ents hacia Isengard es un espectáculo impresionante y único en la narrativa. Bárbol lidera a los ents, acompañados por Merry y Pippin, en un avance decidido hacia la fortaleza de Saruman. Los ents, con su imponente tamaño y fuerza, encarnan el poder de la naturaleza movilizada contra la maquinaria destructiva del poder industrial, representada por Isengard. Este enfrentamiento no solo es físico, sino también simbólico: es la lucha de lo orgánico y lo natural contra lo artificial y lo corrupto.

En la Carta 131, Tolkien describe a los ents como una manifestación de su amor por los árboles y la naturaleza. Su intervención en la guerra refleja su creencia en que incluso las fuerzas más pacíficas deben defenderse cuando son amenazadas. Bárbol y los ents no solo actúan como protectores de Fangorn, sino también como aliados cruciales en la lucha contra Saruman.

El Atlas de la Tierra Media detalla la geografía que rodea a Fangorn e Isengard, destacando cómo la marcha de los ents aprovecha la cercanía del bosque a la fortaleza. La destrucción que los ents infligen en Isengard marca el principio del fin para Saruman, neutralizándolo como una amenaza importante en la guerra.

La Entada y la marcha hacia Isengard son momentos únicos en la narrativa, que muestran la capacidad de la naturaleza para unirse y luchar contra las fuerzas que buscan explotarla. Este evento refuerza el mensaje de Tolkien sobre la importancia de preservar y respetar el equilibrio natural, incluso en medio de los conflictos más grandes.

La liberación de Théoden (2-3 de marzo de 3019 t.e.)

La liberación de Théoden, rey de Rohan, marca un punto crucial en la Guerra del Anillo. Este evento, que ocurre entre el 2 y el 3 de marzo de 3019, no solo restaura el liderazgo de Rohan, sino que también moviliza a uno de los pueblos más importantes de la Tierra Media para enfrentar las amenazas de Saruman y Sauron.

Gandalf, ahora renacido como Gandalf el Blanco, viaja con Aragorn, Legolas y Gimli a Edoras, la capital de Rohan. Allí encuentran a Théoden sumido en la vejez prematura, debilitado tanto física como mentalmente por la influencia de Saruman, ejercida a través de su consejero Gríma Lengua de Serpiente. Gríma, un espía de Saruman, ha manipulado al rey durante años, alejándolo de sus aliados y permitiendo que el poder de Saruman crezca sin oposición.

Gandalf, con su nuevo poder y autoridad, confronta a Gríma y libera a Théoden de la corrupción mágica que lo mantenía encadenado. La transformación es inmediata: el rey recupera su vigor y su voluntad de luchar. Gandalf también persuade a Théoden de que Rohan debe prepararse para la guerra, enfrentándose tanto a Saruman como a las fuerzas de Sauron. Este acto no solo fortalece a Rohan, sino que también consolida la alianza con Gandalf y los pueblos libres.

Tolkien menciona en la Carta 156 que Théoden representa un tipo de líder que, aunque inicialmente perdido, puede redimirse y actuar con valentía en momentos de crisis. Su renovación simboliza la lucha contra la desesperación y la apatía, temas recurrentes en la obra de Tolkien.

Tras recuperar su fortaleza, Théoden decide evacuar a su pueblo hacia el Abismo de Helm, una fortaleza ancestral que servirá como refugio ante el inminente ataque de las fuerzas de Saruman. En este momento, Théoden también expulsa a Gríma, quien huye a Isengard para informar a Saruman de los movimientos de Rohan.

El Atlas de la Tierra Media detalla el trayecto desde Edoras hasta el Abismo de Helm, mostrando cómo esta decisión estratégica permite a Rohan ganar tiempo para reagruparse y resistir. Shippey, en El camino a la Tierra Media, analiza cómo la restauración de Théoden refleja la capacidad de los pueblos libres de superar la influencia corruptora del mal y recuperar su agencia en la lucha contra Sauron.

La batalla del Abismo de Helm (3-4 de marzo de 3019 t.e.)

Asedio de Cuernavilla, por Alberto Mugnai

La Batalla del Abismo de Helm es uno de los enfrentamientos más espectaculares y decisivos de la Guerra del Anillo. Durante la noche del 3 al 4 de marzo de 3019, las fuerzas de Rohan, lideradas por Théoden y reforzadas por Gandalf y sus compañeros, defienden la fortaleza contra un ejército de uruk-hai enviado por Saruman. Este ataque masivo es parte del plan de Saruman para destruir a Rohan y consolidar su dominio en el oeste de la Tierra Media.

El Abismo de Helm, con su imponente muralla y su profunda posición defensiva, es un lugar estratégico que permite a los defensores resistir contra fuerzas superiores. Sin embargo, el ataque de los uruk-hai, armados con explosivos y una disciplina militar superior, pone a los rohirrim en una posición crítica. Durante la batalla, Théoden demuestra su valía como líder, luchando junto a su pueblo y alentándolos a resistir. Aragorn también juega un papel clave, liderando incursiones para reforzar las líneas defensivas.

La llegada de Gandalf al amanecer, acompañado por Éomer y un grupo de jinetes que previamente habían sido exiliados, cambia el curso de la batalla. Utilizando la geografía del valle, Gandalf y Éomer atacan a los uruk-hai desde una posición elevada, causando su desbandada y asegurando la victoria.

En la Carta 131, Tolkien describe esta batalla como un ejemplo de cómo la valentía y la esperanza pueden prevalecer incluso contra probabilidades abrumadoras. Théoden, en particular, es una figura redentora, alguien que, tras recuperar su liderazgo, guía a su pueblo hacia la victoria en un momento de desesperación.

El Atlas de la Tierra Media proporciona mapas detallados del Abismo de Helm y sus alrededores, destacando la importancia estratégica del terreno en el desarrollo de la batalla. Shippey analiza cómo este enfrentamiento encapsula muchos de los temas centrales de la obra de Tolkien: la resistencia contra el mal, el poder de la comunidad y la intervención de fuerzas superiores en momentos clave.

La Batalla del Abismo de Helm no solo asegura la supervivencia de Rohan, sino que también marca el inicio del declive del poder de Saruman. Es un recordatorio de que incluso las fortalezas más oscuras pueden ser derrotadas con valor, estrategia y unidad.

Los Ents destruyen Isengard (4 de marzo de 3019 t.e.)

Mientras Théoden y los suyos defienden el Abismo de Helm, los ents, liderados por Bárbol, marchan hacia Isengard en un acto de resistencia sin precedentes. La Entada, convocada previamente en el bosque de Fangorn, concluyó con la decisión unánime de los ents de enfrentar la amenaza de Saruman, quien había devastado Fangorn para alimentar sus forjas y su ejército de uruk-hai. Este ataque no solo marca el despertar de los ents como una fuerza militar, sino también la fuerza de la naturaleza al rebelarse contra el abuso y la destrucción.

La marcha de los ents hacia Isengard es un espectáculo imponente. A medida que avanzan, destruyen todo a su paso, aplastando a las fuerzas de Saruman y desmantelando su maquinaria de guerra. Al llegar a Isengard, los ents rompen las murallas de piedra y desvían el río Isen, inundando la fortaleza y aniquilando las instalaciones industriales de Saruman. Este acto destruye completamente el poder de Saruman, dejándolo aislado en su torre de Orthanc. Merry y Pippin, testigos de este asombroso evento, observan cómo la fuerza elemental de los ents supera la tecnología y el poder militar de Saruman.

En la Carta 131, Tolkien describe a los ents como una manifestación de su amor por los bosques y su preocupación por la explotación desmedida de la naturaleza. La destrucción de Isengard no es solo una victoria militar, sino también un recordatorio del poder de la naturaleza cuando se une contra la opresión. Bárbol y los ents, aunque inicialmente reticentes a actuar, muestran que incluso las fuerzas más pacíficas pueden convertirse en agentes de cambio cuando la necesidad lo exige.

El Atlas de la Tierra Media detalla el terreno alrededor de Isengard y la ruta tomada por los ents, subrayando la proximidad estratégica entre Fangorn e Isengard. Este ataque no solo neutraliza a Saruman como una amenaza, sino que también libera a Rohan de su influencia, permitiendo a Théoden concentrarse en la lucha contra Sauron.

La destrucción de Isengard por los ents es un momento de triunfo en la narrativa, una prueba de que la naturaleza, cuando se organiza y actúa, puede prevalecer incluso frente a fuerzas aparentemente invencibles. Este evento refuerza el mensaje de Tolkien sobre el respeto y la preservación de los recursos naturales, un tema tan relevante en su tiempo como en el presente.

El avance de Frodo y Sam hacia Mordor (7-10 de marzo de 3019 t.e.)

Frodo y Sam hacia Mordor, por Anthony Catillaz

Mientras las batallas contra Saruman llegan a su fin, Frodo y Sam avanzan hacia Mordor en su misión de destruir el Anillo Único. Acompañados por Gollum, quien actúa como guía, los dos hobbits enfrentan un camino cada vez más arduo tanto física como emocionalmente. El peso del Anillo sobre Frodo se intensifica, mientras que la presencia de Gollum introduce una tensión constante debido a su obsesión con el Anillo.

El 7 de marzo de 3019, Frodo y Sam cruzan la Ciénega de los Muertos, una región sombría y peligrosa llena de cuerpos de antiguos guerreros atrapados bajo el agua. Las luces fantasmales y el ambiente opresivo reflejan la corrupción de la Tierra Media por Sauron y el impacto duradero de las guerras pasadas. Gollum, quien demuestra un conocimiento íntimo de la región, advierte a los hobbits que no sigan las luces, mostrando un momento de cooperación genuina.

En este tramo del viaje, la relación entre Frodo y Gollum comienza a evolucionar. Frodo muestra compasión hacia la criatura, viéndolo como una víctima más del poder corruptor del Anillo. Sam, por otro lado, desconfía profundamente de Gollum, lo que genera una creciente tensión entre los dos hobbits. Esta dinámica compleja añade profundidad emocional a la narrativa y establece las bases para los eventos posteriores en Cirith Ungol.

En la Carta 246, Tolkien describe a Gollum como un personaje trágico y esencial para la historia. Aunque su naturaleza traicionera lo convierte en una amenaza constante, también es una pieza clave para que Frodo y Sam lleguen a Mordor. Sin Gollum, señala Tolkien, la misión de los hobbits habría sido imposible.

El Atlas de la Tierra Media describe en detalle las características geográficas de esta región, mostrando cómo el pantano y las montañas circundantes complican aún más el viaje. Este avance no es solo un desafío físico, sino también una prueba de resistencia emocional, ya que el peso del Anillo comienza a dividir lentamente a los personajes.

Este tramo del viaje representa el descenso de Frodo y Sam hacia el corazón del mal. Cada paso que dan hacia Mordor está cargado de peligro y simbolismo, mostrando cómo la misión afecta tanto sus cuerpos como sus espíritus. A pesar de las dificultades, su determinación permanece firme, una prueba del poder de la esperanza frente a la oscuridad.

La llegada de Frodo y Sam a Cirith Ungol (10-13 de marzo de 3019 t.e.)

El 10 de marzo de 3019, Frodo y Sam, guiados por Gollum, llegan a Cirith Ungol, un traicionero paso de montaña que sirve como una de las entradas a Mordor. Este lugar, cargado de una atmósfera opresiva, es también el hogar de Ella-Laraña (Shelob), una criatura inmensa y monstruosa, hija de Ungoliant, que ha habitado las montañas por eras. Este tramo del viaje es un punto crítico, tanto por el peligro físico como por el conflicto moral que emerge entre los personajes.

Gollum, quien aparentemente los guía con lealtad, planea traicionarlos en este lugar. Espera que Ella-Laraña ataque a Frodo y Sam para poder recuperar el Anillo después de su muerte. La tensión alcanza su clímax cuando Gollum conduce a Frodo y Sam hacia la oscuridad de la guarida de Ella-Laraña. En este momento, las sospechas de Sam sobre Gollum se confirman, pero la traición ya es inevitable.

El enfrentamiento con Ella-Laraña es uno de los momentos más tensos de la narrativa. Frodo, separado de Sam, es atrapado por la criatura y aparentemente envenenado hasta la muerte. Sam, sin embargo, demuestra su increíble valentía enfrentándose a Ella-Laraña con la espada élfica Dardo y el frasco de luz de Galadriel, logrando herir gravemente a la araña y ahuyentarla. Este acto heroico salva a Frodo, aunque Sam, creyendo que está muerto, toma el Anillo para continuar la misión por su cuenta.

Tolkien, en la Carta 246, menciona que este enfrentamiento simboliza la lucha contra el miedo y la desesperación. Ella-Laraña representa una maldad antigua y primordial, una fuerza que no puede ser razonada ni redimida, sino únicamente enfrentada con valor. El dilema de Sam al tomar el Anillo también refleja el peso de la responsabilidad y la fortaleza moral necesaria para resistir su tentación.

El Atlas de la Tierra Media detalla la complejidad del terreno de Cirith Ungol, subrayando la dificultad del viaje de Frodo y Sam a través de este paso. Este momento no solo intensifica la narrativa, sino que también profundiza el vínculo entre los dos hobbits, mostrando cómo la lealtad y el amor pueden superar incluso los mayores horrores.

El inicio de la batalla de los Campos del Pelennor (13-15 de marzo de 3019 t.e.)

Asedio a Minas Tirith, por Álvaro Calvo Escudero

Mientras Frodo y Sam luchan por avanzar hacia Mordor, la atención se centra en Minas Tirith, donde la mayor batalla de la Guerra del Anillo está por comenzar: la Batalla de los Campos del Pelennor. Este enfrentamiento, que se desarrolla entre el 13 y el 15 de marzo de 3019, reúne a las fuerzas de Gondor y sus aliados contra el ejército de Sauron, liderado por el Rey Brujo de Angmar.

La batalla comienza cuando las fuerzas de Sauron, compuestas por orcos, hombres del Este y los temibles mûmakil (elefantes de guerra), asedian Minas Tirith. La ciudad, bajo el liderazgo inestable de Denethor, Senescal de Gondor, lucha por resistir. Sin embargo, Denethor, consumido por la desesperación y la influencia corruptora de Sauron, se hunde en la locura, dejando a sus hombres sin dirección.

El punto de inflexión llega con la llegada de Théoden y los rohirrim, quienes, respondiendo al llamado de Gandalf y Aragorn, cargan contra el ejército enemigo con una valentía impresionante. Théoden lidera la carga desde el frente, mostrando una renovada fortaleza y un liderazgo heroico. Sin embargo, durante la batalla, Théoden es atacado por el Rey Brujo, quien desciende sobre él montado en su bestia alada.

En uno de los momentos más icónicos de la historia, Éowyn, disfrazada como soldado y acompañada por Merry, enfrenta al Rey Brujo. Enfrentando a un enemigo que ha sido profetizado como inmune al ataque de “hombres”, Éowyn revela su verdadera identidad y, con la ayuda de Merry, logra derrotarlo, cumpliendo así la antigua profecía. Este acto heroico marca la caída del líder más poderoso de las fuerzas de Sauron, debilitando significativamente su ofensiva.

Tolkien, en la Carta 244, describe la Batalla de los Campos del Pelennor como el clímax de la lucha contra la desesperación. Théoden representa el sacrificio noble, mientras que Éowyn simboliza la superación de los límites impuestos por la sociedad, destacando el poder de los individuos en momentos críticos.

El Atlas de la Tierra Media ofrece un mapa detallado del campo de batalla, mostrando cómo la geografía y las estrategias influyen en el desarrollo del enfrentamiento. La victoria en los Pelennor no solo asegura la supervivencia de Minas Tirith, sino que también fortalece la alianza entre Gondor y Rohan, preparando el camino para el ataque final contra Mordor.

El alzamiento de Sam y la liberación de Frodo en Cirith Ungol (13-14 de marzo de 3019 t.e.)

Después de derrotar a Ella-Laraña, Sam descubre que Frodo sigue vivo, pero ha sido capturado por los orcos y llevado a la Torre de Cirith Ungol. Creyendo inicialmente que Frodo estaba muerto, Sam había tomado el Anillo, preparándose para continuar la misión solo. Este momento muestra la increíble valentía de Sam y su compromiso inquebrantable con su amigo.

Al llegar a la Torre de Cirith Ungol, Sam enfrenta una situación peligrosa. Los orcos de la torre, enfrentados entre sí por disputas internas sobre el botín, se exterminan mutuamente, lo que permite a Sam abrirse paso. A pesar de su valentía y determinación, Sam siente el peso del Anillo y su influencia creciente, pero su lealtad a Frodo lo ayuda a resistir.

Cuando finalmente encuentra a Frodo, Sam lo libera de las cadenas y le devuelve el Anillo. Este gesto refleja la profunda amistad entre ambos, así como la resistencia de Sam frente a la tentación. Este evento no solo es un momento emotivo, sino que también refuerza el tema del sacrificio personal que atraviesa toda la narrativa de Tolkien.

Tolkien, en la Carta 246, describe a Sam como el verdadero héroe de la historia, alguien cuya humildad y valentía permiten que la misión continúe incluso en las circunstancias más desesperadas. En este momento, la relación entre Frodo y Sam alcanza su punto más profundo, mostrando cómo la lealtad y el amor pueden superar incluso las mayores adversidades.

El Atlas de la Tierra Media detalla la estructura de Cirith Ungol, mostrando cómo la complejidad de la torre y las disputas internas de los orcos contribuyen a la liberación de Frodo. Este evento prepara el camino para la etapa final de su viaje hacia el Monte del Destino, intensificando la tensión y el peligro en cada paso.

El viaje de Aragorn hacia la Puerta Negra (18-25 de marzo de 3019 t.e.)

Puerta Negra, por Ahmet Eyüp Yılmaz

Mientras Frodo y Sam se dirigen al Monte del Destino, Aragorn toma una decisión crucial: llevar un ejército hasta la Puerta Negra de Mordor para distraer a Sauron y sus fuerzas, permitiendo que los hobbits tengan una oportunidad de completar su misión. Este movimiento es una apuesta arriesgada, diseñada para desviar la atención del Señor Oscuro hacia una amenaza inmediata.

Aragorn reúne a un ejército compuesto por soldados de Gondor, Rohan y otros aliados. En su marcha, atraviesan Ithilien, una tierra devastada por la guerra, donde encuentran restos de las fuerzas de Sauron que aún acechan. A pesar de las bajas y el cansancio, la moral del ejército se mantiene gracias al liderazgo de Aragorn, quien demuestra su habilidad como estratega y su capacidad para inspirar a sus hombres.

La marcha hacia la Puerta Negra también tiene un fuerte simbolismo. Es un acto de desafío directo contra Sauron, una muestra de que las fuerzas libres no se rendirán sin luchar. En un momento significativo, Aragorn utiliza el palantír para revelar su identidad como el heredero legítimo de Isildur, atrayendo la atención de Sauron hacia él y aumentando la urgencia de su ataque.

Tolkien, en la Carta 131, señala que este movimiento refleja tanto el valor como la desesperación de los pueblos libres. Es un acto de sacrificio, ya que muchos de los soldados saben que probablemente no sobrevivirán al enfrentamiento. Sin embargo, la voluntad de enfrentar al mal en sus propios términos demuestra el poder de la esperanza y la unidad frente a la oscuridad.

El Atlas de la Tierra Media detalla la ruta de Aragorn y su ejército hacia la Puerta Negra, destacando los desafíos geográficos y tácticos de este avance. La marcha hacia Mordor no solo es una estrategia militar, sino también un acto de fe, confiando en que Frodo cumplirá su misión mientras el ejército mantiene ocupado al enemigo.

El asedio a la Puerta Negra (25 de marzo de 3019 t.e.)

El asedio a la Puerta Negra, también conocido como la Batalla de la Puerta Negra, ocurre el 25 de marzo de 3019, en un acto final de desafío de las fuerzas libres de la Tierra Media contra Sauron. Liderado por Aragorn, el ejército de Gondor, Rohan y otros aliados llega a la entrada principal de Mordor con la intención de distraer al Señor Oscuro y permitir que Frodo y Sam completen su misión.

La estrategia de Aragorn es tanto una táctica militar como una declaración simbólica. Al llevar la batalla directamente al corazón del enemigo, desafía abiertamente el poder de Sauron. Este movimiento, aunque desesperado, demuestra el compromiso de los pueblos libres de luchar hasta el final. Aragorn, como heredero legítimo de Isildur, asume plenamente su papel como líder, demostrando una valentía y un liderazgo que inspiran a su ejército incluso frente a probabilidades abrumadoras.

Las fuerzas de Sauron, compuestas por orcos, trolls y hombres del Este, superan enormemente en número a los defensores. Sin embargo, la llegada de los ejércitos libres es suficiente para captar toda la atención de Sauron, quien desvía su mirada hacia la batalla y aleja su vigilancia del Monte del Destino, donde Frodo y Sam se acercan a su objetivo.

Tolkien, en la Carta 131, describe este momento como el clímax de la lucha contra la desesperación. Cada soldado en la batalla sabe que las probabilidades están en su contra, pero la decisión de luchar es un acto de fe y sacrificio. Aragorn y sus aliados no solo desafían a Sauron militarmente, sino que también muestran que la esperanza y la unidad son fuerzas que el mal no puede destruir completamente.

El Atlas de la Tierra Media detalla el terreno que rodea la Puerta Negra, mostrando cómo la geografía favorece al ejército de Sauron. Sin embargo, la determinación de los defensores, combinada con la distracción causada por el desafío directo de Aragorn, permite que el plan tenga éxito.

El asedio a la Puerta Negra no solo sirve como un acto de resistencia heroica, sino también como una muestra del valor colectivo frente al mal. Este enfrentamiento final en las puertas de Mordor asegura el tiempo necesario para que Frodo y Sam lleguen al Monte del Destino y destruyan el Anillo.

La destrucción del Anillo Único (25 de marzo de 3019 t.e.)

Mientras la batalla ruge en la Puerta Negra, Frodo y Sam alcanzan finalmente el Monte del Destino, llevando el Anillo Único al lugar donde fue forjado. Este momento, el clímax de la Guerra del Anillo, es un testimonio de la resistencia, el sacrificio y las decisiones morales que atraviesan toda la narrativa de Tolkien.

Exhaustos y debilitados, Frodo y Sam suben por la traicionera ladera del Monte del Destino, enfrentando no solo el calor abrasador y el terreno peligroso, sino también el peso psicológico del Anillo. A medida que Frodo se acerca al Sammath Naur, la cámara donde se encuentran los fuegos del volcán, el poder del Anillo sobre él alcanza su punto máximo. Frodo, incapaz de resistir más, sucumbe a su influencia y se niega a destruirlo, declarando el Anillo como suyo.

En este momento crítico, Gollum, quien los había seguido en secreto, ataca a Frodo. En la lucha que sigue, Gollum muerde el dedo de Frodo y recupera el Anillo, celebrando su victoria. Sin embargo, en su éxtasis, pierde el equilibrio y cae al fuego junto con el Anillo, destruyéndolo y asegurando la derrota de Sauron.

Tolkien, en la Carta 246, describe este evento como un ejemplo de la intervención de la gracia divina. Señala que, aunque Frodo fracasa en su misión al final, su esfuerzo heroico y el papel inesperado de Gollum son parte de un plan más amplio que asegura el triunfo del bien sobre el mal. La caída de Gollum no es un acto de mera casualidad, sino el desenlace lógico de su obsesión con el Anillo y de la voluntad del destino.

La destrucción del Anillo provoca la caída inmediata de Barad-dûr, la fortaleza de Sauron, y el colapso de sus ejércitos en toda la Tierra Media. El espíritu de Sauron es dispersado, incapaz de manifestarse de nuevo en forma física. Frodo y Sam, atrapados en el Monte del Destino mientras el volcán entra en erupción, son rescatados por las águilas, enviadas por Gandalf.

El Atlas de la Tierra Media detalla los últimos pasos de Frodo y Sam hacia el Monte del Destino, destacando las dificultades del terreno y la cercanía de los fuegos de Mordor. Este momento culminante no solo representa la victoria de los pueblos libres, sino también el sacrificio y la redención que definen la narrativa de Tolkien.

La coronación de Aragorn (1 de mayo de 3019 t.e.)

El 1 de mayo de 3019, Aragorn es coronado Rey de Gondor y Arnor en una ceremonia solemne en Minas Tirith, marcando el inicio de una nueva era de paz y prosperidad para la Tierra Media. Este evento es más que una formalidad política; simboliza la restauración del linaje de los Dúnedain y la unión de los pueblos libres bajo un liderazgo renovado.

La coronación es precedida por días de preparación y reconstrucción en Minas Tirith, que aún lleva las cicatrices de la Batalla de los Campos del Pelennor. Aragorn, quien hasta entonces había vivido como un montaraz y líder sin corona, finalmente asume su papel como Elessar, el Rey que trae la esperanza. Su ascenso al trono es recibido con júbilo por el pueblo de Gondor, que reconoce en él no solo un gobernante legítimo, sino también un líder probado en batalla.

La ceremonia incluye una procesión triunfal hacia la Ciudadela, donde Aragorn es coronado por Gandalf, quien, como representante de los Valar, legitima simbólicamente su reinado. Durante la coronación, Aragorn pronuncia palabras de unidad y reconciliación, enfatizando la necesidad de cooperación entre Gondor y sus antiguos aliados, como Rohan y los pueblos del norte. Uno de los momentos más emotivos ocurre cuando Aragorn encuentra a Arwen, quien llega con su cortejo élfico para cumplir su promesa de unirse a él como su reina.

En la Carta 131, Tolkien menciona que Aragorn encarna el ideal de liderazgo: sabiduría, humildad y el compromiso de servir a su pueblo. Su coronación no solo cierra el ciclo heroico iniciado con su linaje en la Segunda Edad, sino que también representa la restauración de un orden justo y pacífico tras siglos de decadencia y conflicto.

El Atlas de la Tierra Media detalla la disposición de Minas Tirith durante la ceremonia, mostrando cómo el evento está diseñado para incluir a todas las razas y culturas que participaron en la victoria contra Sauron. Este acto de inclusión refuerza el tema de unidad que atraviesa toda la obra.

La coronación de Aragorn no solo es un evento político, sino también el cumplimiento de antiguas profecías. Su reinado marca el inicio de la Cuarta Edad, una era de esperanza y reconstrucción en la que los hombres asumen el protagonismo en la historia de la Tierra Media.

El fin de la Tercera Edad (29 de septiembre de 3021 t.e.)

Dos años después de la victoria sobre Sauron, la Tercera Edad llega a su fin con la partida de Frodo, Bilbo, Gandalf, Galadriel y Elrond hacia las Tierras Imperecederas. Este evento, que ocurre el 29 de septiembre de 3021, simboliza tanto un cierre como un nuevo comienzo. La partida de estos personajes marca el fin de una era de grandes héroes y el inicio de una nueva etapa en la que los hombres son los principales guardianes de la Tierra Media.

Frodo, profundamente afectado por las heridas físicas y emocionales sufridas durante su misión, encuentra que ya no puede vivir en paz en la Comarca. Bilbo, igualmente marcado por su tiempo como portador del Anillo, se une a él en este último viaje. La partida de Gandalf, Galadriel y Elrond señala el fin de la influencia directa de los elfos y los Istari en los asuntos de la Tierra Media.

La despedida tiene lugar en los Puertos Grises, donde los hobbits que permanecen —Sam, Merry y Pippin— dicen adiós a Frodo. Este momento está cargado de emoción, ya que simboliza tanto la pérdida como el cumplimiento de un destino mayor. Frodo, al partir, encuentra la paz que no pudo hallar en su hogar, mientras los que se quedan enfrentan el desafío de preservar lo que él ayudó a salvar.

Tolkien, en la Carta 246, describe la partida hacia las Tierras Imperecederas no es una recompensa material, sino un acto de gracia que permite a los héroes marcados por la guerra encontrar descanso y sanación. Es un recordatorio de que, aunque el mal puede ser derrotado, las cicatrices que deja perduran.

El Atlas de la Tierra Media describe los Puertos Grises y la ruta hacia las Tierras Imperecederas, subrayando la conexión simbólica entre este viaje final y el tema de la trascendencia en la obra de Tolkien.

El fin de la Tercera Edad cierra el capítulo más épico en la historia de la Tierra Media, pero también deja espacio para la esperanza en el futuro. La Cuarta Edad pertenece a los hombres, pero la memoria de los héroes y sus sacrificios perdura como un legado eterno.

Después de la partida: el destino de la Tierra Media y su conexión con nuestra era

Tras la partida de Frodo, Bilbo, Gandalf, Galadriel y Elrond hacia las Tierras Imperecederas, la Tierra Media entra oficialmente en la Cuarta Edad, una era que marca el dominio de los hombres. Con la desaparición de las grandes figuras élficas y de los Istari, la responsabilidad de proteger y gobernar el mundo recae completamente en los hombres. Este cambio simboliza una transición en la narrativa, reflejando un paso del mito a la historia.

El destino de los personajes restantes

Sam Gamyi, quien regresa a la Comarca como alcalde y patriarca, encarna el espíritu de reconstrucción y continuidad. Tras la restauración de la Comarca, se dedica a su familia y al cuidado de su hogar. Sin embargo, Sam también lleva consigo las cicatrices del viaje, siendo uno de los pocos que comprende plenamente el sacrificio de Frodo. Años después, cuando ha cumplido con su deber en la Tierra Media, Sam también parte hacia las Tierras Imperecederas, ya que él mismo fue portador del Anillo, aunque brevemente.

Merry y Pippin, los dos hobbits que crecieron como héroes inesperados, se convierten en líderes respetados en sus comunidades. Pippin asume el papel de Thain de la Comarca, mientras que Merry se convierte en Señor de Los Gamos. Ambos permanecen profundamente conectados con Rohan y Gondor, países donde se les honra como héroes por su papel en la guerra. Sus vidas reflejan la capacidad de los hobbits para influir en eventos mucho mayores que ellos mismos, aunque su naturaleza tranquila los devuelve finalmente a la paz de su tierra natal.

Aragorn, como Rey Elessar, gobierna durante muchos años con sabiduría y justicia. Su reinado es una era de renovación y unidad, marcada por la restauración de la gloria de Gondor y Arnor. Aragorn también establece una relación cercana con los hobbits, quienes siempre son bienvenidos en su corte como amigos y consejeros. Su muerte, mucho después, marca otro fin simbólico: el de los grandes héroes de la Tercera Edad.

El legado de los elfos y el dominio de los hombres

Con la partida de los elfos y la destrucción de los Anillos de Poder, la magia y lo sobrenatural comienzan a desvanecerse de la Tierra Media. Esta transición simboliza una separación entre el tiempo mítico de las primeras edades y una era más histórica, gobernada por las acciones de los hombres. Tolkien, en sus cartas, menciona que la Cuarta Edad representa un mundo que empieza a parecerse al nuestro: una Tierra Media en la que los eventos sobrenaturales y las intervenciones divinas se convierten en leyendas, mientras los hombres asumen la plena responsabilidad de su destino.

El proceso de cambio en la Tierra Media refleja la idea de “desencantamiento”, donde lo mágico y lo mítico ceden ante lo mundano. Esta transición resuena con nuestra propia era, donde la industrialización, la modernidad y la racionalidad han desplazado las creencias en mitos y lo sobrenatural. Tolkien, profundamente influido por las leyendas y mitologías del mundo, veía esta pérdida como una tragedia, pero también como una oportunidad para que los hombres forjaran su propio destino.

La conexión con nuestra era

La Tierra Media, tal como la describe Tolkien, no es un mundo completamente separado del nuestro. En varias de sus cartas y escritos, menciona que su intención era crear una “mitología para Inglaterra”, situando los eventos de la Tierra Media en un pasado remoto de nuestro mundo. Según Tolkien, los eventos de El Señor de los Anillos podrían haber ocurrido hace miles de años, antes de que nuestra historia registrada comenzara.

Este vínculo con nuestro mundo se refleja en las características de los hombres en la Cuarta Edad. El surgimiento de los reinos de Gondor y Arnor bajo el gobierno de Aragorn simboliza el inicio de una era de construcción y progreso, similar a las civilizaciones antiguas de nuestra historia, como Roma o los reinos medievales. La desaparición de los elfos y la magia recuerda el fin de las eras mitológicas de nuestra propia cultura, cuando las leyendas de dioses y héroes comenzaron a dar paso a la historia documentada.

Además, Tolkien ve en la Cuarta Edad un eco de los dilemas y desafíos de nuestra propia época. La responsabilidad de los hombres para gobernar sin la guía de fuerzas superiores es una reflexión sobre cómo la humanidad debe encontrar su camino sin depender de lo divino o lo mítico. Este tema resuena con los problemas modernos de la industrialización, la pérdida de la conexión con la naturaleza y la necesidad de preservar lo que queda de nuestro mundo frente a la explotación y el consumo 

El mensaje eterno

La partida hacia los Puertos Grises y el inicio de la Cuarta Edad son un recordatorio de que, aunque las grandes eras de los héroes y la magia pueden quedar atrás, los valores que representan —sacrificio, amistad, humildad y la lucha contra el mal— permanecen como un legado para las generaciones futuras. En el mundo moderno, donde el desencanto puede ser dominante, Tolkien nos invita a recordar que las historias, la imaginación y la búsqueda de la virtud pueden ser un faro de esperanza y propósito.

Bibliografía:

• Tolkien, J.R.R. El Señor de los Anillos. Traducción de Luis Domènech. Ediciones Minotauro, varias ediciones.

• Tolkien, J.R.R. El Silmarillion. Editado por Christopher Tolkien. Traducción de Rubén Masera. Ediciones Minotauro, 1977.

• Tolkien, J.R.R. El Hobbit. Traducción de Manuel Figueroa. Ediciones Minotauro, varias ediciones.

• Tolkien, J.R.R. Las Cartas de J.R.R. Tolkien. Editadas por Humphrey Carpenter. Traducción de Martin Simonson. Ediciones Minotauro, 2004.

Estudios académicos y análisis

• Shippey, Tom. El camino a la Tierra Media. Ediciones Minotauro, 1982. (Explora los contextos históricos, lingüísticos y temáticos en las obras de Tolkien).

• Shippey, Tom. J.R.R. Tolkien: Autor del siglo. Ediciones Minotauro, 2000. (Un análisis del impacto cultural de Tolkien y sus técnicas literarias).

• Fonstad, Karen Wynn. Atlas de la Tierra Media. Ediciones Minotauro, 1981. (Una guía visual y cronológica de los eventos y lugares del legendarium de Tolkien).

Biografías y estudios adicionales

• Carpenter, Humphrey. J.R.R. Tolkien: Una biografía. Ediciones Minotauro, 1977. (La biografía autorizada que detalla la vida de Tolkien y sus influencias).

• Garth, John. Tolkien y la Gran Guerra: El origen de la Tierra Media. Ediciones Minotauro, 2003. (Explora cómo las experiencias de Tolkien en la Primera Guerra Mundial influyeron en su obra).

• Segura Fernández, Eduardo. J.R.R. Tolkien: El mago de las palabras. Editorial Rialp, 2003. (Una introducción al mundo de Tolkien y su legado).

• Santoyo, Julio César. Tolkien: El autor y su obra. Ediciones Minotauro, 2005. (Estudio sobre la evolución creativa de Tolkien).

Recursos complementarios

• Ordway, Holly. Tolkien’s Faith: A Spiritual Biography. Sophia Institute Press, 2019. (Un análisis de la influencia espiritual y religiosa en la obra de Tolkien).

• Carpenter, Humphrey. The Inklings: C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien and Their Friends. HarperCollins, 1978. (Un estudio del grupo literario al que pertenecía Tolkien).

Las cartas específicas citadas en el análisis:

• Carta 131: Explica los temas principales del legendarium.

• Carta 144: Reflexiona sobre el sacrificio de Frodo y la importancia del Anillo.

• Carta 156: Relata la simbología detrás del renacimiento de Gandalf y los sacrificios necesarios.

• Carta 244: Sobre la profecía y el heroísmo de Éowyn.

• Carta 246: Analiza el desenlace de la trama y el simbolismo del destino de Frodo.

Categorizado en:

Última Actualización: marzo 19, 2025

Autor

Edmundo Pérez 31 Artículos

Divulgo la obra de Tolkien en backup.arcastar.com

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