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En el vasto mundo de J.R.R. Tolkien, los elfos, conocidos como los Primogénitos o los Hijos de Ilúvatar, ocupan un lugar central en la historia de la Tierra Media. Estas razas inmortales son clave no solo en los eventos principales de El Silmarillion, El Señor de los Anillos y otras obras, sino también en los temas filosóficos y espirituales que subyacen en la obra de Tolkien. Los elfos simbolizan la inmortalidad, la belleza eterna, la sabiduría antigua y el orgullo. A través de la historia de los elfos, Tolkien explora la tragedia, el exilio, la búsqueda de redención y el inexorable paso del tiempo.
Este artículo profundiza en la historia de las principales razas de elfos en la Tierra Media: los Vanyar, Noldor, Teleri, Sindar, Nandor y Avari, examinando su origen, hitos históricos, su papel en la historia de Arda y su significado dentro del legendarium de Tolkien.
El despertar de los elfos: Cuiviénen y las primeras divisiones
El origen de los elfos se remonta al Año 1050 de la Edad de los Árboles, cuando despertaron en el lago Cuiviénen, situado en el extremo oriental de la Tierra Media. Su despertar ocurrió bajo las estrellas, antes de la creación del Sol y la Luna, en una era de oscuridad en la que Morgoth, el primer y más poderoso de los Ainur, ya había comenzado a sembrar la discordia en Arda. Según El Silmarillion (Cap. 3, De la llegada de los elfos), su despertar marca el inicio de una nueva era para la Tierra Media, ya que los elfos son los primeros seres inteligentes en habitarla.
Ilúvatar, el creador de todos, dotó a los elfos de una naturaleza inmortal, una profunda conexión con la naturaleza y un fuerte sentido de la belleza. Los Valar, que residían en Valinor, escucharon rumores sobre el despertar de los elfos y enviaron a Oromë, el cazador, a buscar a los Primeros Nacidos. Al encontrarlos, los Valar decidieron llevar a los elfos a Valinor para protegerlos del creciente poder de Morgoth.
Sin embargo, no todos los elfos aceptaron la invitación de los Valar, lo que provocó la primera gran división en su pueblo. Los que decidieron quedarse en la Tierra Media fueron conocidos como los Avari o “los reacios”. Los que aceptaron el viaje a Aman fueron llamados Eldar, y de estos se formaron tres grupos principales: los Vanyar, los Noldor y los Teleri.
La primera gran marcha: el viaje a Valinor
La marcha hacia el oeste, desde Cuiviénen hasta Valinor, fue un evento épico que marcó profundamente a los elfos. Este largo y peligroso viaje no solo trajo consigo nuevas divisiones, sino que también forjó el carácter de cada una de las razas élficas. A lo largo del camino, algunos elfos decidieron no completar el viaje y se quedaron en la Tierra Media. Este evento es clave en El Silmarillion (Cap. 3), ya que a partir de este momento las diferentes razas élficas se separan geográfica y culturalmente, desarrollando características y culturas distintas.
Los Vanyar: los elfos de la luz y la perfección espiritual
Origen y significado
Los Vanyar fueron los primeros en aceptar la invitación de los Valar para viajar a Valinor. Su nombre, que significa “los hermosos” o “los claros”, hace referencia tanto a su cabello dorado como a su cercanía espiritual con los Valar. Los Vanyar, bajo el liderazgo de Ingwë, fueron los primeros en llegar a Valinor y, a diferencia de otras razas élficas, nunca regresaron a la Tierra Media. Su papel en la historia está marcado por la contemplación de la luz de los Dos Árboles y su servicio a los Valar, lo que los convierte en una raza distante de los conflictos terrenales.
En la Carta 131, escrita en 1951, Tolkien describe a Ingwë como el rey supremo de los elfos, que reside en la cumbre de Taniquetil, la montaña más alta de Aman, junto a Manwë y Varda, los más poderosos de los Valar. Esta proximidad a los Valar otorga a los Vanyar un estatus casi divino dentro de la cosmogonía de Tolkien, alejándolos de las caídas y tragedias que afectaron a otras razas élficas.
Hitos históricos:
• Año 1050 de la Edad de los Árboles: Los Vanyar despiertan en Cuiviénen junto a los Noldor y los Teleri.
• Año 1105 de la Edad de los Árboles: Los Vanyar completan el viaje a Valinor, siendo los primeros en asentarse en Aman.
• Año 1495 de la Edad de los Árboles: Durante la Rebelión de los Noldor, los Vanyar permanecen fieles a los Valar y no participan en la traición ni en el exilio.
El significado de los Vanyar en la mitología de Tolkien

Los Vanyar representan la pureza espiritual y la perfección en la obra de Tolkien. Al vivir en Aman bajo la luz de los Dos Árboles, los Vanyar no fueron corrompidos por la ambición o el deseo de poder que afectó a los Noldor. En El Silmarillion (Cap. 5, Valaquenta), Tolkien los describe como “los amados de Manwë y Varda”. Su rol en la historia es más simbólico que activo, ya que representan el ideal de los elfos en su estado más puro, alejados del dolor y el conflicto de la Tierra Media.
La inactividad de los Vanyar en los eventos de la Tierra Media también refuerza la idea de que la perfección espiritual es alcanzada a través de la paz y la contemplación, no a través de la lucha. A diferencia de los Noldor, que son protagonistas de la tragedia épica de la Primera Edad, los Vanyar se mantienen como un ejemplo distante de lo que los elfos podrían haber sido si hubieran elegido un camino de humildad y servicio a los Valar.
En la Carta 154 (1954), dirigida a Naomi Mitchison, Tolkien menciona que los Vanyar son “intactos” y que viven en paz en Valinor, completamente ajenos a las luchas de sus hermanos en la Tierra Media. Esta posición privilegiada y su lealtad a los Valar refuerzan su carácter como seres divinos en la mitología de Arda.
Los Noldor: el conocimiento, la tragedia y la redención

Los Noldor, segunda gran raza de elfos que siguió a los Valar a Aman, son recordados por su amor por el conocimiento, el arte y la creación. Bajo el liderazgo de Finwë, los Noldor se convirtieron en los más sabios y hábiles de los elfos, alcanzando una maestría sin igual en las artes y oficios. Su miembro más destacado fue Fëanor, quien forjó los Silmarils, las joyas que contenían la luz de los Dos Árboles.
Sin embargo, el orgullo y la ambición de los Noldor llevaron a su caída. Tras la muerte de Finwë a manos de Morgoth (entonces conocido como Melkor) y el robo de los Silmarils, Fëanor juró vengarse y recuperarlos a cualquier costo. Este juramento lo llevó a rebelarse contra los Valar y a liderar el exilio de los Noldor de Valinor hacia la Tierra Media. En la Carta 131, Tolkien describe a los Noldor como una raza “problemática” debido a su excesivo orgullo, que los condujo a la tragedia y la ruina.
Hitos históricos
• Año 1132 de la Edad de los Árboles: Los Noldor, junto con los Vanyar, llegan a Aman y se establecen en Tirion, su ciudad en Valinor.
• Año 1450 de la Edad de los Árboles: Fëanor crea los Silmarils, el mayor logro de los Noldor, pero también la causa de su caída.
• Año 1495 de la Edad de los Árboles: Tras el asesinato de Finwë y el robo de los Silmarils, Fëanor lidera la rebelión de los Noldor, lo que provoca su exilio en la Tierra Media.
• Primera Edad, Año 545-587: Los Noldor participan en la Guerra de la Cólera, en la que Morgoth es derrotado y Beleriand destruido.
El papel de los Noldor en la historia de Arda
Los Noldor son, sin duda, la raza élfica más relevante en la Primera Edad, y su historia es la base de gran parte de El Silmarillion. La creación de los Silmarils y la subsiguiente búsqueda por recuperarlos constituye el núcleo de la narrativa épica que sigue. Los Noldor, impulsados por el deseo de venganza y justicia, lucharon durante siglos en la Tierra Media contra Morgoth, pero su búsqueda estuvo plagada de traiciones, muerte y pérdidas irreparables.
En El Silmarillion (Cap. 9, De la rebelión de los Noldor), se narra cómo Fëanor y sus hijos juraron recuperar los Silmarils a cualquier precio, lo que los llevó a cometer actos terribles, como la Matanza de Alqualondë, donde los Noldor asesinaron a los Teleri para robar sus barcos. Esta masacre fue el primer gran pecado de los Noldor, y su juramento los condenó a un destino trágico.
A lo largo de la Primera Edad, los Noldor se dividieron en varios reinos en Beleriand, como Nargothrond, Gondolin y Hithlum. Los grandes líderes noldorin, como Fingolfin, Finarfin, Turgon y Maedhros, desempeñaron papeles clave en las guerras contra Morgoth, pero todos ellos cayeron uno por uno. La mayoría de los Noldor fueron exterminados durante las batallas finales de la Primera Edad, y solo unos pocos sobrevivieron.

Tolkien utiliza la historia de los Noldor para explorar temas profundos como el heroísmo trágico, la caída por orgullo y la búsqueda de redención. En la Carta 246 (1963), Tolkien señala que personajes como Galadriel, quien participó en la rebelión de los Noldor, finalmente buscan redención a través de actos de sacrificio y humildad. El rechazo de Galadriel al Anillo Único al final de El Señor de los Anillos es un acto que simboliza su liberación del orgullo que alguna vez la consumió.
Los Noldor también destacan por su amor por la creación y el conocimiento. Su habilidad para crear cosas hermosas, como los Silmarils, contrasta con la corrupción que estas mismas creaciones pueden causar cuando se busca poseerlas de manera egoísta. Este dilema se refleja en el destino de Fëanor, cuya genialidad fue también su condena.
La influencia de los Noldor en las edades posteriores
Aunque la mayoría de los Noldor fueron destruidos durante la Primera Edad, su legado perduró en la Tierra Media a través de personajes clave como Galadriel y Elrond, quienes jugaron papeles fundamentales en los eventos de la Segunda y Tercera Edad. Galadriel, en particular, es un ejemplo de cómo un miembro de los Noldor puede alcanzar la redención y el perdón. En la Carta 297 (1967), Tolkien explica que el rechazo de Galadriel al Anillo es un símbolo de su voluntad de renunciar al poder y buscar la paz en Valinor.
Los Noldor también dejaron una huella indeleble en la cultura de la Tierra Media. La creación de lugares como Rivendel y Lothlórien, ambos refugios de sabiduría y belleza, refleja el impacto duradero de los Noldor en la Tierra Media. Aunque su número disminuyó, los Noldor continuaron desempeñando un papel crucial en la defensa de la Tierra Media contra Sauron, el sucesor de Morgoth.
Los Teleri: elfos del mar y la nostalgia eterna

Los Teleri son la tercera gran raza de elfos que emprendió el viaje hacia Valinor. Sin embargo, a diferencia de los Vanyar y los Noldor, muchos de los Teleri decidieron quedarse en la Tierra Media, fascinados por el mar y las costas. Los Teleri que llegaron a Aman, bajo el liderazgo de Olwë, se convirtieron en marineros y constructores de barcos, mientras que aquellos que permanecieron en la Tierra Media, conocidos como Sindar, se asentaron en Beleriand bajo el liderazgo de Elwë (más tarde conocido como Thingol).
El amor de los Teleri por el mar es uno de los temas centrales de su historia. En la Carta 154 a Naomi Mitchison (1954), Tolkien describe a los Teleri como los más “pacientes y melancólicos” de los elfos. Su conexión con el mar simboliza su anhelo por lo que está más allá de su alcance, un tema recurrente en la obra de Tolkien.
Hitos históricos
• Año 1050 de la Edad de los Árboles: Los Teleri despiertan junto a los Vanyar y los Noldor en Cuiviénen.
• Año 1100 de la Edad de los Árboles: Los Teleri comienzan su marcha hacia Valinor, pero muchos deciden quedarse en la Tierra Media.
• Año 1165 de la Edad de los Árboles: Olwë lidera a los Teleri hasta Aman, donde se asientan en las costas de Eldamar y se convierten en marineros y constructores de barcos.
• Año 1495 de la Edad de los Árboles: Durante la rebelión de los Noldor, los Teleri sufren la Matanza de Alqualondë, donde muchos de ellos son asesinados por los Noldor en su intento de robar sus barcos.
El papel de los Teleri en la historia de la Tierra Media
Los Teleri, especialmente aquellos que permanecieron en Aman, representan la paz y la contemplación en la obra de Tolkien. Su amor por el mar simboliza la separación y el exilio, tanto físico como espiritual, que es un tema recurrente en la historia de los elfos. Aunque los Teleri en Valinor no participaron directamente en los grandes conflictos de la Tierra Media, su historia está marcada por la tragedia de la Matanza de Alqualondë, un evento que dejó una profunda cicatriz en su pueblo.
En El Silmarillion (Cap. 9), se narra cómo los Noldor, desesperados por regresar a la Tierra Media para recuperar los Silmarils, atacaron a los Teleri y les robaron sus barcos. Este evento fue uno de los primeros grandes pecados de los Noldor y simboliza la corrupción que puede surgir de la ambición desenfrenada. La Matanza de Alqualondë también marca el momento en que los Teleri, un pueblo pacífico, se ven arrastrados a las luchas de sus hermanos.
A lo largo de la historia de la Tierra Media, los Teleri continuaron jugando un papel importante en Aman, especialmente en la construcción de barcos y en su papel como los guardianes de las costas. Círdan, un Teleri que permaneció en la Tierra Media, fue uno de los marineros más destacados, y su participación en la historia es fundamental, ya que entregó el Anillo de Fuego a Gandalf y ayudó a los portadores del Anillo a cruzar el mar al final de la Tercera Edad.
Los Teleri en la Tercera Edad y la Guerra del Anillo
Aunque los Teleri en Aman se mantuvieron al margen de los eventos de la Tierra Media después de la Primera Edad, los elfos del puerto de Mithlond, liderados por Círdan, continuaron desempeñando un papel crucial en la historia. Durante la Tercera Edad, Círdan ayudó a los Dúnedain del Norte y fue uno de los principales aliados en la lucha contra Sauron. Su decisión de entregar el Anillo de Fuego a Gandalf fue un acto de gran importancia, ya que reforzó el papel de Gandalf como protector de los pueblos libres.
El amor de los Teleri por el mar también simboliza el exilio y la nostalgia que sienten los elfos por Valinor. A medida que la Tercera Edad llega a su fin y el dominio de los hombres comienza, los elfos, especialmente los Teleri de Mithlond, facilitan el viaje de aquellos que buscan regresar a las Tierras Imperecederas. En El Señor de los Anillos, el último capítulo, El puerto gris, refleja este anhelo cuando Frodo, Bilbo, Galadriel y Elrond parten hacia el Oeste, cerrando así una era en la Tierra Media.
Los Sindar: los elfos grises de Beleriand

Los Sindar, también conocidos como elfos grises, son una rama de los Teleri que no completaron el viaje a Valinor y se quedaron en Beleriand, en la Tierra Media. Fueron liderados por Elwë (más tarde llamado Thingol), quien se convirtió en uno de los reyes más poderosos de los elfos en la Tierra Media. A diferencia de los Vanyar y los Noldor, los Sindar nunca vieron la luz de los Dos Árboles, lo que los coloca en una posición intermedia entre los elfos que llegaron a Aman y los elfos que se quedaron completamente en la Tierra Media, como los Avari.
Los Sindar jugaron un papel crucial en la Primera Edad, especialmente a través de su reino en Doriath, un reino protegido por el Cinturón de Melian, la esposa de Thingol, quien era una Maia. El Cinturón protegía a Doriath de los invasores y convirtió a este reino en un refugio durante las guerras contra Morgoth.
Hitos históricos:
• Año 1105 de la Edad de los Árboles: Los Sindar, bajo el liderazgo de Elwë, se establecen en Beleriand, donde fundan el reino de Doriath.
• Primera Edad, Año 1300: Doriath se convierte en uno de los reinos más poderosos de Beleriand, protegido por el Cinturón de Melian.
• Primera Edad, Año 503: La caída de Doriath debido a la codicia por el Silmaril y el asesinato de Thingol a manos de los enanos.
El papel de los Sindar en la historia de Arda
Los Sindar, especialmente bajo el liderazgo de Thingol, jugaron un papel clave en los eventos de la Primera Edad. A través de Doriath, los Sindar proporcionaron un refugio y una resistencia constante contra Morgoth. Sin embargo, la codicia por el Silmaril, que Thingol poseía, llevó a su asesinato y a la ruina de su reino. La historia de Thingol y los Sindar es una advertencia sobre los peligros del orgullo y la avaricia, temas recurrentes en la obra de Tolkien.
En El Silmarillion (Cap. 22), se narra la tragedia de Doriath y cómo el deseo de Thingol por el Silmaril provocó su muerte a manos de los enanos de Nogrod, quienes también codiciaban la gema. La caída de Doriath marcó el inicio del fin de la hegemonía élfica en Beleriand y simboliza la inevitabilidad de la tragedia para aquellos que buscan poseer lo que no les pertenece.
A lo largo de la historia de la Tierra Media, los Sindar, aunque distanciados de los grandes eventos de Valinor, influyeron significativamente en los acontecimientos de la Tierra Media. Su relación con los enanos, aunque inicialmente amistosa, se deterioró a lo largo del tiempo debido a disputas por el poder y los recursos, lo que culminó en el asesinato de Thingol y la destrucción de Doriath.
Los descendientes de los Sindar continuaron jugando un papel crucial en la historia, especialmente a través de figuras como Legolas, hijo de Thranduil, quien desempeñó un papel clave en la Guerra del Anillo y en la defensa de los bosques de Mirkwood.
Los Nandor: los elfos amantes de los bosques

Los Nandor son una rama de los Teleri que se separó durante la gran marcha hacia Valinor, decidiendo no cruzar las Montañas Nubladas. Estos elfos, bajo el liderazgo de Lenwë, prefirieron quedarse en los valles y ríos de la Tierra Media, desarrollando una conexión profunda con la naturaleza y los bosques. A lo largo de la historia de Arda, los Nandor se mantuvieron alejados de los grandes conflictos, aunque sus descendientes jugaron un papel importante en la defensa de la Tierra Media, especialmente a través de los elfos de Lothlórien.
En El Silmarillion (Cap. 10), Tolkien describe a los Nandor como “amantes de los bosques”, lo que los convierte en los elfos más conectados con la naturaleza. Esta conexión se refleja en su deseo de evitar las grandes guerras y de vivir en armonía con su entorno.
Hitos históricos
• Año 1105 de la Edad de los Árboles: Los Nandor, liderados por Lenwë, deciden no cruzar las Montañas Nubladas y se establecen en los bosques del este de la Tierra Media.
• Segunda Edad: Los Nandor se asientan en Lothlórien, donde sus descendientes juegan un papel crucial en la defensa de la Tierra Media durante la Guerra del Anillo.
• Tercera Edad, Año 3019: Durante la Guerra del Anillo, los elfos de Lórien, descendientes de los Nandor, resisten los ataques de Sauron y sus aliados.
El papel de los Nandor en la historia
Aunque los Nandor no participaron directamente en los grandes eventos de la Primera Edad, su influencia se extendió a lo largo de la Segunda y Tercera Edad a través de sus descendientes en Lothlórien. Bajo el liderazgo de Celeborn y Galadriel, los elfos de Lothlórien protegieron su reino de los ataques de Sauron durante la Guerra del Anillo, desempeñando un papel crucial en la resistencia contra el mal.
En El Señor de los Anillos (Libro 2, Cap. 7), se describe a Lothlórien como uno de los últimos refugios de belleza y paz en la Tierra Media, un lugar donde la naturaleza permanece intacta y protegida. Esta conexión con la naturaleza es un legado directo de los Nandor, quienes siempre buscaron vivir en armonía con su entorno.
El destino final de los Nandor está ligado al destino de los elfos en la Tierra Media. A medida que la Tercera Edad llega a su fin y los elfos comienzan a abandonar la Tierra Media, los Nandor y sus descendientes también sienten la llamada del mar, reflejando el tema recurrente de la nostalgia y el anhelo por las Tierras Imperecederas.
Los Avari: los elfos oscuros y el misterio de su destino

Los Avari son los elfos que se negaron a seguir la llamada de los Valar para viajar a Valinor, prefiriendo quedarse en la Tierra Media. Su nombre significa “los reacios”, y son una de las razas élficas más misteriosas en el legendarium de Tolkien. Los Avari representan una parte de los elfos que nunca vieron la luz de los Dos Árboles y, por lo tanto, quedaron fuera del ciclo de la historia principal que afecta a los elfos en Valinor.
En El Silmarillion (Cap. 3), se menciona brevemente que los Avari permanecieron dispersos por la Tierra Media y que algunos de ellos fueron capturados por Morgoth, quien los corrompió y los transformó en orcos. Esta conexión entre los Avari y los orcos es un tema polémico en la obra de Tolkien, ya que en algunas de sus cartas, como la Carta 153 (1954), Tolkien señala que los orcos podrían haber sido creados a partir de elfos capturados, aunque nunca llegó a una conclusión definitiva sobre este punto.
Hitos históricos
• Año 1050 de la Edad de los Árboles: Los Avari se separan de los Eldar y deciden no viajar a Aman, permaneciendo en la Tierra Media.
• Primera Edad y más allá: Los Avari permanecen dispersos y aislados, y muchos de ellos desaparecen de la historia registrada.
El papel de los Avari en la historia de Arda
Aunque los Avari no juegan un papel directo en los grandes eventos de la historia de la Tierra Media, su existencia sirve como un recordatorio de las decisiones que dieron forma al destino de los elfos. Mientras que los Vanyar, Noldor y Teleri buscaron la luz y el conocimiento, los Avari eligieron la oscuridad y el aislamiento. Este aislamiento los convirtió en una raza cada vez más marginal en la historia de Arda, y su destino final es un misterio que Tolkien nunca resolvió por completo.
La posibilidad de que algunos Avari hayan sido corrompidos y convertidos en orcos es un ejemplo de la capacidad de Morgoth para pervertir la creación de Ilúvatar. Sin embargo, Tolkien también dejó abierta la posibilidad de que los orcos fueran creados de otras formas, lo que añade una capa adicional de ambigüedad a la historia de los Avari.
Conclusión
Cada una de las razas élficas en la mitología de Tolkien tiene un papel único y significativo en la historia de la Tierra Media. Desde la pureza espiritual de los Vanyar, hasta la tragedia de los Noldor y el misterio de los Avari, estas razas no solo enriquecen la narrativa de Arda, sino que también ofrecen una profunda reflexión sobre temas universales como el orgullo, la sabiduría, la inmortalidad y el anhelo por lo perdido. A través de sus historias, Tolkien explora el destino de los elfos en un mundo en constante cambio, reflejando el impacto de sus decisiones y su búsqueda de redención.
Fuentes:
• El Silmarillion, J.R.R. Tolkien
• El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien
• Cartas de J.R.R. Tolkien, J.R.R. Tolkien
• Tolkien y la Gran Guerra, John Garth
• Tolkien: El camino a la Tierra Media, Tom Shippey
• The Inklings, Humphrey Carpenter
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